divendres, 18 de març del 2016

Amor

Semillas de Sabiduría de los Miércoles:
El Amor Triunfa Sobre Trump

por Dana Mrkich - 16 de marzo 2016 

Esta semana quería hablar sobre el surgimiento de Donald Trump en la elección presidencial de los EE.UU.
No soy norteamericana pero en mi país como en el resto en el mundo, influyen decisivamente los Estados Unidos y el liderazgo de ese país. Y aunque un americano diga que no debo entrometerme en la política americana, el hecho es que esa política configura la nuestra. Las decisiones del presidente americano influyen en nuestro gobierno lo cual afecta a nuestro pueblo, entorno y país. 
Y finalmente vivimos en un mismo mundo. Todos afectamos el mundo que nos rodea y así cuando uno de nosotros afecta a millones de personas, hay un efecto dominó hacia fuera y en ese caso especialmente, un líder tiene una responsabilidad de ser consciente del tipo de efecto dominó que él o ella emite.     
Muchos estamos entristecidos, molestos y asombrados con la plataforma de David Trump sobre el racismo, el sexo, incitación al odio, la violencia y el temor. Todavía más desconcertante es la cantidad de gente que lo sigue, y la intensidad de la energía a que ellos responden y expresan. Es verdaderamente importante reconocer que Trump no podría hacer esto si no fuese por la enorme cantidad de personas que remontan esa ola que lo hace avanzar a él.   
  
Este no es un hombre solitario y loco gritando en un bosque vacío.
Esta es una energía que atrae a millones de seguidores.  Es una energía que ha encontrado un hombre que la represente. Y así tenemos que preguntarnos, de qué se trata.
Qué es esta energía y qué significado tiene en un mundo que se supone esté evolucionando.
Qué a hecho hasta ahora esta energía. Ha encendido la pasión como nada anterior. Cualquier división en el país en los años de Bush se puede considerar una pelea callejera comparada con esto que tiene el potencial de explotar independientemente del resultado.  Por una parte Trump representa todo aquello a partir de lo cual evolucionamos, representando una energía muy densa y vieja que lucha por mantener el control. Esta energía se alimenta en el temor. Esta energía ama dominar y tener el poder sobre otros.
El surgimiento de Trump tiene menos que ver con el hombre en sí mismo y todo con respecto a la energía que él permite que lo use como representante. Esta energía responde a lo qué es como amenazador para su existencia y esto es el surgimiento de la conciencia, el surgimiento del despertar, de humanos conscientes, de personas que hacen el bien en el mundo y que están hartos de la corrupción y la injusticia prevalecientes ahora en el mundo.  

La energía de la conciencia ha hecho mucho para despertar a la gente en los últimos años, ¿pero no es interesante cómo nada les despierta tan rápidamente como sentir que están a punto de perder algo? Le puedo pedir repetir a mi hijo de 4 años que recoja sus juguetes, a veces me ignora o me dice que no, o dice sí pero no lo hace. Si le digo, “bien voy a regalar tus juguetes mañana” guao, vean como entra en acción. La sala quedará ordenada en segundos. Qué milagro.
Y de igual forma tan destructivo como sea el movimiento de Trump hay esta otra cara de su efecto dominó que es la de millones de personas que no les interesa lo que esté sucediendo. Y sea que esto signifique que ellos estén votando por vez primera, o enviando amor o siendo cada vez más fuertes y claros en sí mismos respecto al país y al mundo en que quieren vivir y entregarle a sus hijos, ¡ciertamente esto le ha prendido fuego a muchas sentaderas!  

Pienso que hay mucha gente que entiende que todo nuestro Sistema político es corrupto y que ya no funciona. Esto es cierto en el caso de todos los viejos sistemas y estructuras en el mundo. Los nuevos se están pensando, creando e implementando ahora y es mi creencia que terminaremos viviendo en un mundo nuevo solamente porque el viejo ya no es sostenible. No podemos seguir destruyéndonos unos a otros y esperar que la humanidad sobreviva en el planeta.   
Así que al presenciar este espectáculo loco en sus momentos de pensar “oh Dios este mundo es una pesadilla” recuerden esto: lo que escuchamos, el odio, la violencia, han estado presentes durante mucho tiempo.
Estos tiempos siempre  serían de revelaciones: levantando la alfombra y viendo la verdad escondida debajo. Eso incluye la verdad en nosotros, la verdad en los demás, las verdades en los sistemas que dirigen el planeta, las grandes verdades de quienes somos realmente, de dónde venimos y por qué estamos aquí. Levantar la alfombra siempre se supo que era un proceso sucio y feo, así como también una enseñanza respecto a nuestras vulnerabilidades, confrontándonos con elecciones, apelando a que asumiéramos una posición y un camino alineado con nuestro corazón y alma.  No nuestro ego.   
  
Escuchamos hablar de que nuestra evolución es avanzar hacia un tiempo de unicidad y unidad, pero la etapa anterior es de una intensificación de nuestra dualidad porque en ese lugar de unicidad no podemos albergar el concepto “del otro”. No hay “otro”. Reconocemos que somos la misma energía. No podemos albergar energía densa y baja porque la propia naturaleza de la energía densa e inferior – resentimiento, odio, negación – no pueden existir en una vibración basada en la unidad y el amor. Y así estas cosas dentro de nosotros tienen que ser resaltadas para transformarlas o liberarlas. Hemos experimentado esto personalmente en nuestras vidas, y estamos viéndolo ahora en el ámbito mundial.   
La energía de Trump puede ser más escandalosa, pero los números de los que despiertan, están conscientes y son guiados por el amor son más fuertes. Nuestra fortaleza radica en la continuación del crecimiento de nuestra luz desde el interior por todo lo que pensamos y hacemos. Convertir la conciencia en una expresión tangible, viviente de sí misma, en lugar de ser un concepto etéreo. Nuestra debilidad radica en el hecho de que la energía más agresiva en el planeta siempre ha tendido a ganar y dominar. Y cuando nuestra energía innata no es agresiva podemos haber experimentado “nuestra luz” como pasiva, inefectiva y ociosa. Pero ¿quién dice que la luz tiene que ser pasiva, inefectiva y ociosa?

Ustedes pueden expresar y encarnar esa luz de la forma que elijan. Pueden pedir en su interior ser guiados y ayudados a hacerla brillar de la forma más efectiva, poderosa y positivamente apasionada posible.
Finalmente, esta no es una gigantesca lucha entre ‘nosotros’ y ‘ellos’. Es un despliegue vívido de los extremos de nuestra naturaleza inferior, luchando contra nuestra naturaleza superior emergente. Todos tenemos algo de ambas, en mayor o menor grado. Si se sienten agitados díganse:    
Elijo el amor, elijo el amor, elijo el amor.
Esto los regresará a su centro desde donde pueden ser quienes son en la forma más efectiva y poderosa posible.

© Dana Mrkich 2016. Se permite compartir este artículo gratuitamente siempre que se acredite la autora y se incluya la URL www.danamrkich.com Traducción: Fara González - Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm

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